Tres migraciones, una vida: encontrar el equilibrio entre la libertad y el desapego
En el episodio de hoy, conversé con mi amiga Shaveli, una mujer que ha vivido la experiencia de emigrar no una, sino tres veces. Su historia nos muestra cómo, a través de la migración, se puede aprender a desapegarse de lo material, a adaptarse a diferentes culturas y, sobre todo, a encontrar una versión más auténtica de uno mismo.
Shaveli y yo recordamos nuestros días en Madrid, donde compartimos muchas charlas en la famosa calle Río Rosa, acompañadas de pan con mantequilla y risas interminables. Nos conocimos en Cuba, pero fue en la emigración donde nuestra amistad se consolidó. “Nos hicimos amigas en la emigración,” recordó Shaveli, algo que resonó conmigo profundamente porque la migración tiene esa capacidad de unir a las personas en medio de la soledad y el cambio.
Lo más fascinante de la historia de Shaveli es cómo, después de haber emigrado de Cuba a España, decidió volver a empezar de cero en Estados Unidos. Cada uno de esos movimientos vino con sus desafíos, pero lo que más destaca en su relato es su capacidad para adaptarse y seguir adelante. “Siempre sentí que Madrid no era el lugar definitivo para mí,” confesó Shaveli, explicando cómo la falta de oportunidades laborales en su campo y la complicación de conseguir estabilidad legal la llevaron a buscar nuevos horizontes.
Uno de los momentos más significativos de nuestra conversación fue cuando Shaveli explicó cómo la migración le enseñó el valor del desapego. Al moverse de un país a otro, aprendió a no aferrarse tanto a las cosas materiales. “Te das cuenta de que muchas veces tenemos cosas que no necesitamos y vas aligerando tu vida,” reflexionó, una lección que solo llega cuando has tenido que dejarlo todo atrás en más de una ocasión.
Durante nuestra charla, también hablamos del poder de la intuición. Shaveli describió cómo siempre supo, en el fondo, que Estados Unidos sería el lugar donde finalmente encontraría las oportunidades que buscaba. A pesar de los obstáculos, nunca perdió de vista esa intuición, y hoy, trabajando en una joyería en Miami y habiendo logrado una estabilidad emocional y laboral, siente que ha encontrado su lugar. “Soy un espíritu libre,” dijo con una sonrisa, algo que define perfectamente su carácter resiliente y decidido.
Este episodio me dejó reflexionando sobre lo que significa realmente empezar de cero. A veces, los cambios que parecen más difíciles son los que nos llevan a las experiencias más enriquecedoras. Y Shaveli es un testimonio de ello.
Quisiera cerrar con una pregunta: ¿alguna vez has sentido que un lugar no es para ti? ¿Cómo te has enfrentado a esa sensación y qué decisiones has tomado a partir de ella?
Te invito a escuchar este episodio completo, donde Chabeli nos comparte más sobre sus aprendizajes y su viaje por tres países. ¡No te lo pierdas!